J.s Homero
Maga: Canto III (Orquídea Luz Infierno)
Maga: Canto III (Orquídea Luz Infierno)
[El poeta]
Tus tizas de cristales picotean
en la madrugada mis desvelos.
Alborotan el madrigal silvestre
de un sentir arrullado
en flagelantes recuerdos.
Sin voz viajera,
confío en espuelas
embriagadas de tu elixir.
Airosa mirada de tu firmamento,
brisas leves,
que mordisquean lo incierto.
Racimo espeso de versos tristes,
plumas de sol,
intentan tu mármol sentir.
Tejidos toquilla, tempestad fugaz,
el roce del contorno de nuestras aproximaciones,
tu perenne aroma nocturno me da invisibles caricias.
Olí la espesura del cuello sosegado por la miel.
El furor maldito tras el fenecer de mi cordura.
[Jack]
Forceja el fuego en la estancia de los deseos.
Figuras incompletas de ansia fina sobre mis ojos.
El labio miente sobre la dureza de mis mentiras,
como un hielo que fenece en el borde de la hoja.
Tu recuerdo se retuerza, se desgreña, con el canto de mis lamentos.
Mis pasos fragantes sobre minas invisibles en el claro de la luna.
Volver a la rivera de la pálida armonía, el escaso beso.
Musgo de hierba hirientes que carcomen mi espada.
Ellos te mantuvieron en cautiverio, sobre la perla olorosa del sin sentir.
[El demonio]
Estos ritmos bajo la tiniebla de mis espasmos.
El tembloroso astro me controla la selva negra.
Sangre de espanto del lúgubre pasado.
La florida muerte suspira el metálico sentir de tu desprecio.
Entre los senos de los párpados muertos, tu imagen vacila.
Entre los momentos menos recordados, hay una pisca de luz venidera.
Luz entre la espesura de las llagas del pasado.
Luz hecha voz oscura sobre la tumba de la muerte.
Eres luz en la orquídea más florida del infierno.